HAMACAS

Deslizate en la plaza surrealista

jueves, 15 de diciembre de 2016

Observo por  la ventana que el costado de ladrillos y cemento del edificio de en frente, se ha corrido.

Transmitieron en la radio: - Fusiona un movimiento.

Esa transformación produce que los edificios miren cada vez más lejos y den vueltas interminables, pasando cuatro veces por las mismas calles  y dos veces por la misma ruta.

Estoy en un cubo mágico, símil a una batidora que cambia de potencia: despacio, rápido, muy rápido.

Los ritmos mueven el tiempo de manera descomunal porque no percibo ser una nube, solo observo como me estoy sintiendo 

sábado, 15 de enero de 2011

Todavía no comprendo la existencia del verbo ver

En las imágenes de mi espectro visual en la madrugada, ví esa figura que un día después caminaba por la calle y al saludar me clavaba el puñal.
Las palabras que salían de esa figura eran muñecos de mi tiempo pasado, cuyos movimientos de boca emanaban sílabas viento que sólo yo quería escuchar. El mismo día tu bicicleta corrió para no verme, demostró que los hechos prometidos no son posibles: las sílabas exactas eran equivocadas.
A partir de aquí, preferí los tristes minutos, busqué el árbol cuya corteza detrás de mi espalda lastimaba mi caja roja, formando guiones que no fueron capaces de ser completados, quedaron imágenes de adelante hacia atrás de atrás para adelante.
Los paisajes se derrumbaban, caían, saltaban y volvían a aparecer.
Me hubiera gustado darme cuenta antes al día de hoy, pero el tiempo no adquirió su velocidad cuando lo necesitaba.

Analía Perez Portillo

Los oídos escondidos

Mis pies están mojados, en este momento la electricidad no me sirve y si la utilizara caería en la reencarnación. Cruzo la vereda, las gotas me tapan la visión del hombre que sale del supermercado. Me molesta chocarme con él.
¡¡¡Que me dé mi lugar!!!
¡¡¡Que se corra!!!
¡¡¡Díganle que se vaya, que me tapa la película de la mano de enfrente!!!
¡¡¡Que soy un agujero en la tierra!!!
¡¡¡Una garganta que no puede hablar!!!
¡¡¡Un pelo en una albóndiga!!!
¡¡¡Un globo sin ser universo!!!
¡¡¡Una gillette en la casa de un viejo de 80!!!!!!!!!
Que soy, soy algo o soy ese lugar que me robaron?????????? Devuélvanme la identidad!!!!!!!!!!!!!!!!
QUIERO SER ESO QUE USTEDES DEJARON DE SER.

Analía Pérez Portillo

Justo ahí me paré

El desierto estaba repleto de mundos mágicos, mitad noche y media parte del día formaba parte del rectángulo, la iluminación de la luna me indicaba que mi visión existía, la alergia brotaba en mi cuerpo y el viento la aliviaba, sospechaba que en el aire había otros individuos realizando mi misma actividad, quería indicarles mis procedimientos, pero sabía que en algún momento los suyos iban a ser dominados por seres sin imaginación, no me molestaba, le estaba tomando gusto a la millonaria multitud de personas.
Enroscaba mi piel con el talón para seguir mi camino, mi función era caminar para atrás rápidamente, respirar para adentro, tocar con mis dedos hechos al revés, tragar para afuera, mirar con las pupilas del costado de la espalda, en aquel instante me metí en el cuadrado de cristal y me convertí en gelatina color crema, mi olor era a ácido sin perfume, las explosiones de bombas de jabón se esparcían por el espacio.

Analía Pérez Portillo

Elimínalo

Imaginando altos paisajes ubicados en mundos irreales sin diversión, llegábamos al punto fin donde la pantalla que mirábamos del otro, era totalmente falsa. Cuando ese otro jugaba a la verdad, nos bombardeaba nuestra ilusión, la convertía en espada: se zambullía en él y no en nuestros cuerpos.
Catástrofe: Tratábamos de crear un laberinto de pensamientos para sacar afuera lo que nunca estuvo adentro.
Distanciamiento: Presente. Olvidamos al que está enfrente y formamos la escultura de uno mismo: escribimos, dibujamos, actuamos.
En el dibujo borramos la nariz deformada, la sonrisa mal copiada, los ojos de color distinto que componen la estructura del otro. Impedimos que nos domine creando nuestras propias figuras.
En la actuación, nos adelantamos a luchar con la mente, para que la persona ficcional no se convierta en una huella del otro.
En la letra: escarbamos hasta colocar la tinta en castillos superiores: destino.

Analía Pérez Portillo

El cuadrado de imagen y sonido y la caja de diales me miente.

Al principio no me daba cuenta del engaño, era solo un minúsculo ser:
Ese que le intimidaba que lo vieran desnudo desde el cuadrado, el que pensaba que las voces de marionetas provenían de una caja que al tocarla emitía electricidad y cuestionaba las noticias por el simple hecho de preguntar.
Al crecer mis piernas, la pulcritud del protagonista se ensucia; para asearlo, observo desde la abertura de la botella llena, se ve diferente, pero al menos tapa la mentira que me ocultaban cuando no era un mayúsculo.
Elimino ese disfraz distorsionado, me tapó y destapó los oídos para no escucha las voces de la caja, estrujando la botella y emitiendo ruido.
Desconozco, desconoce, mirarte y escucharte.
Desahogo de la realidad que no es lo suficientemente auténtica.


Analía Perez Portillo